Creemos que todo el que se dedica a esto valora las bodas en el que todo fluye, en las que las cosas suceden con naturalidad y cariño. Tener los mejores proveedores, una deco espectacular o un vestido de ensueño no tiene sentido si la boda, los amigos y el evento no es lo más importante.
La boda de Ana y Carlos fue así. El día no pudo empezar mejor. Una preciosa y soleada vista de la costa aguilense nos recibió en casa de Ana. También un estupendo desayuno y una familia que nos dio en todo momento la comodidad de sentirnos uno más. Y equipo de maquillaje con las chicas de Makeup Águilas y Loft de Belén que; siempre profesionales y haciendo las cosas bonitas y fáciles.
El vestido era de Marcela Mansergas. Los suyos son siempre vestidos personales, valientes y únicos para novias que saben bien lo que quieren. Y Ana tenía claro cada detalle: desde sus amados zapatos de Just Ene a sus increíbles pendientes de Martina Dorta. Estaba radiante.
Si tuviéramos que elegir un sólo momento sería el precioso baile bajo la increíble composición de luz que Eterna Prometida preparó y que fue el centro de una boda el la que todo salió perfecto.
Gracia por la confianza
Decoración y organización: Eterna Prometida
Lugar celebración: Parador Nacional Castillo de Lorca
Vestido novia: Marcela Mansergas
Zapatos de novia: Just Ene Shoes
Pendientes: Martina Dorta
Peluquería: Loft de Belén
Ramo flores: Chitina
Música iglesia: Musical Mastia
Iluminación: Montesinos