Carmen y Javi ven la vida a su manera. Donde otros ven lugares, ellos ven un sinfín de formas y volúmenes que armonizar. Con ellos las cosas no pasan, fluyen.
Son directores de un proyecto en el que mil piezas distintas funcionan en insólita jerarquía. Y su boda fue como su vida: una creación singular donde sus amigos, familiares y El Parque de La Marquesa compusieron un contexto único.
Creemos que estas fotos cuentan la verdad de lo que vivimos, de la cercanía y del corazón que inundó todo el evento. Ellos, que son todo inspiración.
Aunque las fotos lo explican mejor que nosotros os contamos algunos detalles para que comprendáis mejor esta boda:
Carmen y Javi son arquitectos, bueno, unos locos de la arquitectura 😀 y querían hacer una boda que expresara esa forma tan única de percibir el mundo. Para crearla necesitaban jugar con todos los elementos disponibles: invitaciones, minutas, puestos de comida, regalos para los invitados, su increíble altar, etc, para dar rienda suelta a su infinito mundo interior. Y dos o tres mil horas de trabajo después y alguna noche en vela, todas las líneas del plano estaban en sus sitio. La obra estaba terminada y sus invitados podrían participar por un día en el mundo que ellos siempre habitan. Nosotros, que también estuvimos dentro, podemos dar fe de que la arquitectura y el diseño sólo fueron un bonito envoltorio para algo mucho más intenso.
La boda fue un derroche de naturalidad. Sí, naturalidad. A veces, cuando una pareja se implica tanto en su boda corre el riesgo de que la boda “los devore”. Pero Carmen y Javi sabían que lo más importante de la boda eran ellos y dieron su mejor versión a sus invitados. Y como podéis ver un poquito más abajo nada siguió un guión; las cosas bonitas pasaron de forma espontánea por el camino que habían dibujado.
Ya en tu casa Carmen las cosas prometían! Eduardo captó a la perfección el espíritu libre de la boda y te maquilló con fuerza y delicadeza. Esos labios rojos no podían combinar mejor con tu bata negra! Y tu vestido (o tus vestidos) que eran mil novias en una. Romántica, fuerte, sensible o rompedora. Todas esas cosas supo contar Cayetana Ferrer que te conoce y te quiere. Y en la ceremonia las cosas fueron aún mejor. Las fotos lo cuentan bien, pero esa forma de miraros y de quereros nos emocionó a todos.
Y después pasó lo que siempre pasa en las bodas bonitas: besos, risas, abrazos y pies doloridos de tanto bailar. Nosotros tuvimos la suerte de verlo de cerca!
Vestido: Cayetana Ferrer
Decoración y altar: Santa-Cruz Arquitectos
Ramo de novia: FH – Floristería Fernando Hijo
Finca: El Parque de La Marquesa
Protocolo: Valeria Vassallo