Clara y Fernando llevan años viviendo en Barcelona, pero querían celebrar su boda cerca de casa, en el maravilloso Mar Menor.
La combinación, todo un acierto. Una ceremonia íntima en Cartagena y una celebración en el sitio con la puesta de sol más bonita de todo el mediterráneo: El Parador de La Manga.
Ella llevaba una preciosa cola alta, un (ya emblemático) vestido de Fernando Claro y zapatos de Pedro Miralles.
Fotografía & Video: Pepe Bernal Olivares
Vestido: Fernando Claro
Flores: Oasis Floristas
Zapatos: Pedro Miralles
Lugar: Parador de La Manga